Cuando este lunes el gobierno de Rodolfo Suarez, al que le quedan horas de gestión, anunciaba que dos áreas petroleras revertidas se encuentran en condiciones de ser puestas nuevamente en concesión, tras haber sido abandonadas por YPF algunos años atrás, se creyó ver cuanto menos una intención extra al mero parte de prensa, común, ordinario y formal, en el que se comunicaba la novedad.
Las señales partieron, por un lado, hacia la propia petrolera, en el sentido de que se pueden operar pozos maduros (llamados así a los que han ingresado en un declive natural en cuanto a su producción y productividad) a costos muchos menores de los que habitualmente soporta la compañía que domina el mercado. Y por otro, al nuevo gobierno que comandará Alfredo Cornejo sobre la continuidad de un modelo de trabajo atribuido a Enrique Vaquié –el ministro del área con el que Cornejo se mantiene distante y alejado desde bastante tiempo atrás–, el que habría permitido aminorar la caída en la producción de petróleo convencional en el territorio provincial; conocer en toda la línea y al detalle la estructura de costos y la rentabilidad de un negocio que suele estar rodeado de celosas reservas y estricto secreto y la manifestación de un estrategia exitosa en manos del Estado, hoy demonizado por los nuevos tiempos.
Loma de la Mina y Vega Grande son las áreas en cuestión, ambas ubicadas en San Rafael. Las dos fueron abandonadas por YPF, pero la Empresa Mendocina de Energía (EMESA) no sólo logró recuperarlas, es lo que se anunció, sino que habría alcanzado el objetivo incrementando la producción y bajando los costos.
También este lunes mientras se daba a conocer tal novedad por el lado de Economía, Alfredo Cornejo explicaba los detalles de la nueva Ley de Ministerios que debe tratar esta semana la Legislatura. Se trata de la nueva estructura que le dará a su gobierno, con cambios sustanciosos: siete ministerios y dos entes. En ese contacto con los medios, Cornejo sólo confirmó a uno de los integrantes del nuevo gabinete, Tadeo García Zalazar, que se hará cargo del nuevo Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y Dirección General de Escuelas (DGE), y mantuvo la incógnita sobre el resto. No obstante, se cree que Jimena Latorre, diputada nacional que termina su mandato este diciembre y que se formara en el área de los servicios públicos habiendo sido, además, titular del Ente Provincial Eléctrico (EPRE), se perfila para ser designada al frente de uno de los nuevos ministerios que ha ideado Cornejo, el de Energía y Ambiente, y que tendrá entre sus objetivos hacer llegar a buen puerto la producción de gas y petróleo por vías convencionales, más allá de su declive, y cuando el propio Cornejo parece más interesado en desarrollar fuertemente las energías limpias, una de las materias pendientes de su primera gestión entre el 2015 y el 2019.
Latorre y Pablo Magistocchi, el titular de EMESA, se conocen desde hace tiempo. Magistocchi es quien le dio vida a ese modelo que el gobierno de Suarez pretende dejarle a un Cornejo que no ha dado muchas pistas sobre si pretende imprimirle al área algo distintivo y diferente. Se especula que el técnico, un ex IMPSA, continúe en el nuevo esquema previsto para el gobierno que arranca el fin de semana.
El informe oficial sostiene que EMESA logró bajar el costo operativo “mediante una minuciosa gestión de contrataciones y bajando servicios tercerizados que actualmente son ejecutados por personal permanente del área. Este personal no sólo ahorra en costos, si no que permite una respuesta inmediata a cualquier inconveniente que afecte la productividad del área. EMESA contrata personal de tareas generales, soldador, baterista y supervisión permanente y focalizada a las necesidades del área”, se lee en el documento de Economía. Y según el mismo trabajo, YPF empleó a 4 operarios en el área en el período 2020, mientras que EMESA tiene a 9 en la misma área en lo que va del 2023.
En una reunión reciente que los operadores petroleros mantuvieron con Cornejo, con la excepción de YPF, se analizó la situación que encontraría el nuevo gobierno y la relación de estas compañías, pequeños actores, pymes casi todas, con la provincia. En principio podrían ser las encargadas de quedarse con la recuperación de las áreas maduras, que representan el 40 por ciento de la producción diaria de Mendoza. ¿Hay interés y posibilidades concretas de inversión en esas áreas?, fue una de las preguntas que anduvo por el aire en la reunión. ¿Se extenderán las concesiones o volverán a ser licitadas?, resultó otra de las incógnitas. Y allí, en la misma oportunidad, se dijo que Mendoza había logrado “aplanar la curva de producción en casi 9.000 metros cúbicos por día, frenando un declive de entre el 8 y 9 por ciento anual. Claro que se hizo en base al programa Mendoza Activa Hidrocarburos, en donde se usaron incentivos fiscales, resignando regalías para mejorarles la rentabilidad a estas empresas en las áreas marginales. La incógnita es qué ha ordenado Cornejo en este punto y si será o no Jimena Latorre quien esté al frente de lo que se viene en esta historia y relación tan sensible entre ambiente y energía. Con un Cornejo que ha adelantado que, en materia de Energía, Mendoza sorprenderá a todos y que, incluso, se convertirá en la proveedora del país en la materia.