La tecnología les permite participar de tareas prácticas, mejorando sus aprendizajes y las formas en que se comunican.
Alumnos de escuelas secundarias de Mendoza están trabajando en la creación de dispositivos para que personas con discapacidad múltiple puedan mejorar sus aprendizajes y las formas en que se comunican.
La tecnología les permite participar de tareas prácticas y con esto, mejorar su autonomía y autoestima. A la par, los estudiantes que generan los artefactos pueden poner en práctica sus conocimientos y encontrar un nuevo campo laboral de demanda contante dónde ubicar sus futuras iniciativas, una vez que se reciban.
El proyecto, denominado “Las personas con discapacidad múltiple y su derecho a acceder a las tecnologías de apoyo”, es llevado adelante por un equipo de docentes de la Facultad de Educación de la UNCuyo, quienes trabajan en forma interdisciplinaria con las escuelas Ingeniero Gabriel del Mazo, Martín Zapata la Fidela Maldonado de Cano y el centro educativo terapéutico Thadi.
La directora del proyecto, Viviana Leo, explicó que hay dos dispositivos en marcha. El primero es un pulsador que puede ser accionado con cualquier parte del cuerpo y que está conectado en forma inalámbrica a una computadora. A través de un programa de barrido, les permite a las personas con discapacidad moverse por una pantalla, seleccionar la opción que desean.
El segundo, en tanto, les permite interactuar con cualquier artefacto que esté enchufado, encendiéndolo o apagándolo, por ejemplo.
“Lo que se rescata como prioridad es qué se hará con esa tecnología”, dijo Leo, haciendo hincapié en que el foco está puesto en lo pedagógico.
“Algunos de ellos tienen discapacidad múltiple, no sólo el compromiso motor, sino también intelectual o sensorial, y esta tecnología permite el desarrollo de sus habilidades y tiende a lograr su autonomía o la comunicación de cada uno de estos chicos. Muchas veces no pueden decir que tienen sed o ir a buscar agua, pero con este tipo de tableros, pueden especificar sus necesidades”, detalló.

Si bien la idea era hacer cuatro para cada institución, la situación económica del país modificó los planes y se han realizado dos artefactos y un demo.
Y agregó: “Provoca una gran felicidad, no solo en los creadores, también en quienes se benefician con la propuesta. Hay una sensibilidad que se despierta en ellos y que es maravillosa”. La tecnología para igualar oportunidades.
Los futuros técnicos de la escuela N° 4-020 “Ingeniero Gabriel del Mazo” que adaptan los dispositivos son Gastón Aguilera, Lucas Romero, Mauro Gramajo, Alejo Miranda, Luciano Vallon, Ismael Póquet y Lautaro Arancibia, con sus docentes Gabriel Olivares, Pablo Leiva y Carlos Esteban.
En tanto, los estudiantes Matías Oliva, Josefina Ravotti, Juan Manuel Frajberg y Matías Frajberg, con la mediación de la profesora Cristina Iriarte, de la escuela de Comercio Martín Zapata trabajan en la creación de contenido accesible para la web, con el objetivo de difundir la iniciativa.
Los docentes Cristina Da Lozzo, Mariela Climiño y Cintia Comella participan por la escuela 2-033 Fidela Maldonado de Cano; Sonia Parlanti y Marina Vidal por Thadi. Realizan propuestas pedagógicas superadoras para el uso de las tecnologías y sus estudiantes las ponen a prueba para mejorarlas.

La Facultad de Educación, a través de la secretaría de Extensión que coordina la propuesta, su Programa EBA (Ecosistema Bimodal de Aprendizaje) y el espacio curricular “Tecnología Digital en las prácticas escolares”, aporta su experiencia en el desarrollo de contenido multimedial. Participan los profesores Alejandro Omar Guerra, Carlos Omar Arancibia, Fernanda Ozollo y Javier Osimani, además de Leo.
“Cada una de estas instituciones trabajan estos contenidos en sus materias curriculares y la idea es que hagan capacitación en servicio. No se trata lo elaborado o complejo que sea la tecnología, lo importante son los procesos que se han llevado a cabo para llegar al resultado. Van aprendiendo a construir algo que les sirve de competencia para su saber profesional”, concluyó.