La batería de medidas anunciada por Luis Caputo echó más nafta al incendio de la inflación que dejó el gobierno de Alberto Fernández, y Milei reconoció que los precios ya suben todos los días.
El presidente Javier Milei reconoció este viernes en un vivo que realizó en Instagram que la inflación en el país se acelera y ya «viaja al 1% diario», después de que esta semana se conociera que el IPC de noviembre fue del 12,8% y marcó un avance de los precios en el último año del 160,9%.
«Hoy mi máxima prioridad es acabar con la hiperinflación», dijo Milei tras sortear en directo su último sueldo como diputado de la Nación y sin aclarar si hará lo propio a partir del próximo mes con su dieta como Presidente de la Nación. Se presupone que ya no lo hará más.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó el miércoles pasado que la inflación fue en noviembre del 12,8%, 4,5 puntos porcentuales más que el 8,3% registrado en octubre.
Tras aprobar una devaluación del peso del 100% y anticipar una batería de medidas que no hará más que echarle más nafta a la hoguera de la inflación, Milei calculó que, al ritmo de crecimiento actual, la inflación podría llegar a crecer un 3.678% en el próximo año.
A pesar del impacto inflacionario de las primeras medidas anunciadas, Milei elogió los anuncios realizados por el ministro de Economía, Luis Caputo, y destacó especialmente la fuerte devaluación del tipo de cambio oficial.
«Hicimos un programa hiperortodoxo con un fuerte ajuste fiscal para llevar el déficit financiero a cero», aseguró Milei, que mencionó algunos datos posteriores a los anuncios de Caputo como la reducción de la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el del mercado informal, bajar el riesgo país argentino y motivar la compra de dólares por parte del Banco Central.
El mandatario reconoció que las medidas anunciadas suponen un fuerte esfuerzo para el sector privado, pero dijo que todas estas dificultades son «transitorias».
«De acá para delante, una vez reacomodemos la economía, vamos a empezar a eliminar todas esas cosas que a los liberales libertarios no nos gustan», concluyó.